El concierto de anoche de Moonspell fue un auténtico regalo para los fieles seguidores del grupo que en España, por cierto, son muchos. La Sala Changó recibió con emoción a la mítica banda portuguesa que ha sido capaz de romper fronteras con su música y ser reconocida en toda Europa como una de las mejores representantes del gothic metal. Si esta vez no colgaron el cartel de agotado por los pelos, fue por darse la circunstancia de ser una semana de puente en España y ya se sabe, que los festivos y el fútbol, son los grandes enemigos de los espectáculos en directo. El escenario de la sala Changó, estaba decorado con el famoso ojo de Horus sobre fondo de llamas rojas, que cubre la portada de su histórico álbum «Irreligious», el gran protagonista de la noche.
Entre fervientes aplausos, silbidos y gritos de los asistentes, los integrantes de Moonspell aparecieron en el escenario y comenzaron el concierto de la mejor manera posible: con su gran clásico ‘Opium’, temazo del que es probablemente, el disco más importante de su carrera, «Irreligious». De este magnífico y aclamado disco, del que vendieron 500.000 copias, se encuentran celebrando el vigésimo aniversario de su lanzamiento. Teniendo en cuenta, como siempre, que el sonido del micro de la cámara nunca puede hacer justicia al sonido real, así de potente comenzó el magnífico show que la banda portuguesa ofreció en la capital:
Tras este enérgico comienzo, sonaron dos temas también de «Irreligious» , ‘Awake’ y ‘For a taste of eternity’ con los que consiguieron crear en la abarrotada sala, una atmósfera, oscura, mística y densa, resaltada por la cuidada puesta en escena y la excelente iluminación que además de acompañar el ritmo de las intensas baterías, daba un ambiente mágico al humo escénico que acompañó al grupo durante todo el concierto.
Después de estos poderosos temas, Fernando Ribeiro, saludó a su entusiasmado público para anunciar que debido al aniversario del mencionado álbum, lo tocarían íntegramente durante la noche, declaración que fue recibida con entusiasmo por los asistentes que aplaudieron y silbaron cuando fue anunciado que el siguiente tema sería ‘Ruin and misery’.
Después Fernando, adelantó que el tema que sonaría a continuación, casi nunca había sido tocado en directo y lo habían querido recuperar para la celebración del legendario álbum. Así sonó ‘A Poisoned gift’.
Siguiendo con «Irreligious» llegó el turno de ‘Raven Clows’ para la que el vocalista pidió al público que cantara con él al no tener artista invitada esa noche, a continuación nos llevaron al averno con la cinematográfica ‘Mephisto’, en la que las luces rojas y el humo contribuyeron especialmente a crear un apropiado clima infernal.
Después sonó la oscura ‘Herr Spiegelman’ durante la que Ribeiro utilizó un espejo en cada mano para producir un singular juego de luces dirigidos al público.
Dejaron de momento «Irreligious» para volver a su alabado «Wolfheart» del que tocaron uno de los temas que llevaba toda la noche siendo reclamado por el público, ‘Vampiria’. Para cantar este tema clásico, Fernando Ribeiro se enfundó una capa con capucha y con la iluminación roja sangre, creó la atmósfera siniestra que la canción requería.
Volvieron al homenajeado álbum con ‘An erotic alchemy’ para después dar al público otro de los temas que llevaba pidiendo desde el inicio del concierto, la grandiosa ‘Alma Mater’ himno indiscutible de su primer álbum «Wolfheart» cantada a voz en grito por un público entregado con puños en alto. Una espectacular despedida antes del primer y único bis que vendría después.
Tras hacerse rogar unos cuantos minutos, los Moonspell volvieron al escenario reclamados por un público que quería más. Y lo hicieron con ‘Domina’ el primer tema que tocaban de su último disco «Extinct» publicado en 2015.
Seguían otros dos cortes de «Extinct», uno de los que más refleja la influencia oriental del álbum: ‘Breathe (Until we are no more)’ tras el que vino un soberbio y oscuro ‘Future is dark’.
Y lamentablemente para los que estábamos disfrutando del show, llegó el momento de la última canción, una apoteósica ‘Full Moon Madness’ del celebrado «Irreligious» que precedida de los aullidos típicos con los que el público acostumbra acompañar este tema en sus conciertos, fue el cierre perfecto de un gran espectáculo al que sólo le faltó un mejor sonido de la sala.
Y así se fueron entre interminables aplausos después de una gran noche. Moonspell siguen siendo los reyes del gothic metal y tienen en la capital de España los seguidores más entusiastas de su reino.