Cristina Clara debuta con el single ‘Lua’, una canción que crea puentes entre la canción popular portuguesa y la brasileña.
‘Lua’ se mueve entre la nostalgia (propia de la gente que vive cerca del mar) y un cierto tono jocoso, el sentido del humor muy presente en el fado pero también en la canción popular brasileña. Compuesta por el brasileño Pedro Loch, la música refleja la misma multiplicidad expresada en el poema y representada por las fases de la propia luna, así como por las diversas facetas de la identidad artística de Cristina Clara.
Su música refleja este abrazo cultural, con una marcada influencia de la poeta brasileña Cecília Meireles, también con una fuerte conexión con Portugal, que motivó a Cristina a escribir las letras.
Seducida por la poesía y las historias que encierra la canción popular, a Cristina le interesa sobre todo promover el diálogo musical entre diferentes culturas que comparten una misma lengua… Y este tema insinúa el deseo de promover el intercambio y la integración de otras realidades culturales, de otros lenguajes, lo que en definitiva es representativo de la historia de la propia Cultura Popular, esta forma portuaria de crear dando.
‘Lua’ es un adelanto de su álbum de debut, que saldrá a la venta en septiembre, un trabajo lleno de historias convertidas en fados con una mirada contemporánea a la tradición, que reúne a músicos de Portugal y Brasil, con raíces en el jazz y la música tradicional.
Cristina Clara
Nació en Minho, en Vila Nova de Famalicão, y desde hace más de 15 años se divide entre dos actividades que se alimentan e inspiran mutuamente. Viviendo en Lisboa, después de terminar la carrera de enfermería en Oporto, a menudo se iba a dormir siendo cantante en Alfama, después de un concierto o una tertulia absolutamente inolvidable en el bar Tejo y se despertaba como enfermera en el mayor hospital del país. Creció entre las canciones tradicionales que le cantaba su madre y las largas matinales balanceando una moneda de dos y medio en el tocadiscos familiar. Pronto se reveló como una amante de la poesía y las artes escénicas. En 2008, el fadista Marco Rodrigues la retó a cantar en el Café Luso, en Bairro Alto – y así comenzó su historia de amor con el fado… Su versatilidad en la vida, sus diferentes oficios, se pueden sentir en su música, es imposible encajarla en un solo género.