Lina y Raül Refree llegaban a la capital para actuar en Conde Duque, dentro de la magnífica programación de los Veranos de La Villa de Madrid donde colgaron el cartel de entradas agotadas.
Teníamos muchas ganas de verlos en directo porque su disco conjunto nos apasiona, y la expectación por ver cómo lo llevarían al escenario era muy grande. Ahora, tras haber disfrutado del concierto, podemos decir que no sólo no nos defraudaron, sino que superaron con creces esas expectativas y nos regalaron una actuación memorable.
La noche del martes 4 de agosto, el calor asfixiante de la capital nos daba un pequeño respiro y ante un patio de Conde Duque lleno, salían al escenario Raül Refree y Lina.
Sin mediar palabra, comenzaron tocando el fado ‘Medo’ y con él nos introdujeron en una atmósfera oscura, ligeramente perturbadora guiada por la hermosa voz de Lina envuelta por la magnética alquimia de la que es capaz Raül Refree.
Sin una palabra, dejaron que la música hablara por sí misma y mostraron su magia ante nosotros como si fuéramos testigos privilegiados de una ceremonia secreta.
Todos guardamos silencio mientras asistíamos a este emocionante inicio sin apenas respirar. Fantástico comienzo al que siguió, sin descanso, para no romper esa magia en la que nos habían sumergido desde el primer minuto, ‘Gaivota‘. El piano de Refree y la voz de Lina compitieron en este tema en un fascinante duelo de protagonismo. Qué bonito momento, qué elegancia y qué fusión tan perfecta la maravillosa voz de la fadista y el piano de Refree.
Para relajar la intensidad de los dos primeros temas, llegó algo más alegre: ‘A mulher que já foi tua’. Tras este impás, de nuevo Refree nos introdujo en una bella y densa oscuridad para una deliciosa interpretación del clásico ‘Maldição’. Con el nuevo ropaje con el que el productor vistió el mítico fado, nos hizo sentirnos de nuevo cómplices de una especial liturgia.
Tras una transición casi espacial que nos llevó hasta un piano más clásico pero con unos delicados y acertados toques electrónicos, llegó la espectacular ‘Quando era pequenina’. En este tema, Lina se lució de manera especial embaucándonos con su asombrosa técnica vocal y la potencia de su voz. Una gozada poder disfrutar de la impecable interpretación de la cantante en un tema que terminó con espectacular intensidad al piano y con un golpe final de Refree. El breve silencio que siguió después, dio la oportunidad al público, por fin, de dar rienda suelta a los aplausos y bravos durante tanto tiempo contenidos.
Pero esto sólo fue durante unos pocos segundos ya que enseguida comenzaba el siguiente tema: ‘Os meus olhos são dois círios’. Su dramática letra fue acompañada a la perfección por el buen saber hacer de Raül Refree, dejándonos en un ambiente inquietante para finalizar este fado y dar paso al bellísimo ‘Foi deus’ con el que Lina nos dejó enamorados con su chorro de voz y su afinación perfecta.
Un momento tan bonito, acompañado en su justa medida por el piano, que hizo que el público irrumpiera con inevitables y entusiasmados aplausos, a pesar de que no hubiera pausa, para agradecer las emociones que nos estaban haciendo vivir.
Continuaron con ‘Destino’ en la que el respaldo de Refree se volvió más electrónico y enigmático en contraste con la interpretación de la fadista.
Siguió una versión tan bonita y delicada de ‘Barco Negro’, que los asistentes no pudieron reprimir un gran aplauso que sólo paraba para recibir el que fue single del disco y uno de los temas que más nos gustan: ‘Cuidei que tinha morrido’. Este fado sonó espectacular en directo y Lina nos dejó con la boca abierta con su perfecta interpretación y su pedazo de voz. Fue sin duda el tema más aplaudido de la noche y con razón, por lo que el público no pudo esperar a que terminara para mostrar su entusiasmo con aplausos y bravos.
Después de una larga y magnética intro al piano, llegaba ‘Ave Maria fadista’, el tema más dulce para poner fin a una maravillosa noche y un delicioso vaivén de emociones que el público agradeció con bravos y millones de aplausos.
A pesar de las mascarillas y las infames sillas de plástico, la actuación de Lina y Raül Refree nos dejó una sonrisa en la boca, el alma llena y la certeza de saber que con la música y noches así, la vida merece la pena a pesar de cualquier pandemia.
Aquí os dejamos con un pequeño resumen del maravilloso concierto que ni de lejos muestra la bonita noche que vivimos. Si hay que poner una pega: fue demasiado corta.