La segunda noche del Festival de Fado recibía a una fadista muy querida en Madrid: Kátia Guerreiro. Hace poco mas de un año nos visitaba en el mismo Teatro Nuevo Apolo y su público parece que esta vez disfrutó aún más del espectáculo de la portuguesa. Y es que asistir a un concierto de Kátia Guerreiro es sinónimo de fado sin artificios, de fado con profundo sentimiento y emoción. Y así fue la noche del sábado, una velada preciosa con una Kátia Guerreiro poderosa y en estado de gracia que encantó al público de la capital.
Comenzó la noche a media luz, interpretando el fado tradicional ‘Incerteza’ (fado Alberto), con letra de João Veiga incluido en su primer álbum de 2001 “Fado Maior” que sonaba así:
Cuando saludaba a su público tras este bello comienzo, fue reclamada por su hijo pequeño que se encontraba en el patio de butacas y, entre risas, la fadista nos contó que ese día el niño cumplía 2 añitos y le quería dedicar el concierto por su cumpleaños. A continuación presentó a los 4 grandes músicos que la acompañaron durante el espectáculo: Pedro de Castro y Luís Guerreiro a la guitarra portuguesa, João Mário Veiga a la viola de fado y Francisco Gaspar al bajo acústico.
Llegó entonces ‘9 amores’, tema escrito por Paulo de Carvalho que abre su último trabajo, “Até ao fim”, seguida de ‘Janela do meu peito’, del mismo álbum, que fue acompañada por las palmas del público y muy aplaudida.
Sonaron más temas de su último disco como ‘Nesta noite’ y la versión del fado versículo de Alfredo Marceneiro ‘Fado da noite que nos fez’ cuya letra escribió para ella el talentoso Samuel Úria y cuya versión nos encantó.
Le seguía ‘O fado da sina’ de su álbum “Os Fados do fado” y luego una emotiva canción dedicada a su hija Mafalda ‘Eu gosto tanto de ti’ que fue introducida con toda una declaración de amor a su hija.
Después de contar lo bonito que había sido su paso por el Festival de Fado celebrado en diferentes ciudades de Sudamérica, interpretó una bella versión del ‘Gracias a la vida’ de Violeta Parra.
Tras ‘Rosa Vermelha‘ de su álbum ” Nas mãos do fado” , volvió de nuevo al último trabajo con la maravillosa ‘Quero cantar para Lua’ con letra de Amália Rodrigues y con música de uno de los guitarristas que la acompañaban esa noche: Pedro de Castro. Preciosa, intensa y todo un lujo para los que tuvimos la suerte de estar presentes.
Pedro de Castro es el coautor también, junto al productor del disco Tiago Bettencourt, de la música del tema que la fadista cantó a continuación: ‘4 operações’ con letra de Vasco Graça Moura: una divertida comparación del amor y las cuatro operaciones matemáticas. De su último trabajo pasó al primero para cantar la mítica ‘Asas’ con una interpretación tan apasionada que llevó al público a aplaudir con emoción durante minutos.
Siguió la preciosa ‘Pranto de amor ausente’ de su disco “Fado” y después introdujo de una manera muy graciosa el tema de la letra de su siguiente canción, ‘Mentiras’, con música de Pedro de Castro y letra de Rita Ferro.
A continuación hubo un divertido momento en el que alguien del público pidió que cantara el clásico ‘Uma casa portuguesa’ y Kátia entre risas confesó que no se sabía la letra, pero al final hizo una improvisación ayudada por sus magníficos músicos y por el público que animó la noche con sus palmas y coros. No bajó el ritmo con el siguiente tema, la interpretación de otro gran clásico ‘Havemos de ir a Viana’ que el público aplaudió con entusiasmo.
Después de contar que en Madrid se sentía como en casa, anunció que está a punto de lanzar nuevo disco y que esperaba volver a presentarlo.
Llegó entonces la maravillosa canción que da título al álbum: ‘Até ao fim’ musicada por Tiago Bettencourt y con poema de Vasco Graça Moura. Según contó la fadista, el poema de amor más bonito que jamás se ha escrito y que sonó así de intenso y bello:
Con este tema se despidió, pero por poco tiempo, porque el público no paró de aplaudir y reclamar su vuelta. Y volvió la artista con sus músicos al escenario para invitarnos a todos a viajar por unos momentos a Lisboa con el animado ‘Lisboa à noite’. El concierto lamentablemente llegó a su fin pero lo hizo con un momento mágico: con su espectacular interpretación de ‘Amor de mel, amor de fel’ emocionante final con un derroche espectacular de voz.
Así, por todo lo alto, nos dejó Kátia Guerreiro con el corazón lleno y el dulce recuerdo de una gran noche de fado.