Mísia es ya una veterana en eso de actuar en Madrid y Madrid siempre la recibe con amor y devoción. Es una relación que comenzó hace mucho tiempo y que cada año que pasa crece y se estrecha. Mísia ama a Madrid y Madrid adora a Mísia y es que siempre es un placer ver en directo a esta artista que sabe reinventarse como nadie, que es versátil, ecléctica y en definitiva, única. El viernes inauguraba la octava edición del Festival de Fado de Madrid presentando un nuevo espectáculo: «Pura vida». La capital fue la afortunada elegida para el estreno mundial de este nuevo show compuesto por un repertorio de 12 fados y dos temas inéditos en el que la portuguesa ha trabajado con el pianista Fabrizio Romano, quien ha sido el artífice de los maravillosos arreglos.
La noche comenzó con los 4 grandes músicos que acompañaban a la artista sobre el escenario: Fabrizio Romano al piano, Luís Pacheco Cunha al violín, Paulo Gaspar al clarinete bajo y Luís Guerreiro a la guitarra portuguesa. Sonaba el violín mientras se oía un recitado de la cantante sobre Pura Vida. Comenzó entonces la melodía triste del clarinete y salió la artista al escenario entonando el primer fado, un emocionante ‘Ausência’. Se incorporaba entonces el piano y tras un momento precioso de violín, comenzó la magia de la guitarra portuguesa de Luís Guerreiro. Un bellísimo comienzo el de Pura Vida.
Después de saludar a su público, la artista explicó que el nombre de «Pura vida» es porque <<el fado es exactamente eso, no es triste ni es alegre y no hay que definirlo, es la vida>>
En este trabajo había querido mirar a la música del fado como pura música, por eso esta composición musical es un poco atípica en el mundo del fado tradicional ya que ha incorporado el clarinete bajo, que es el instrumento que tiene mayor amplitud musical de los instrumentos de viento. Contó que el hecho de haber elegido instrumentos de viento en este proyecto estaba relacionado con el soplo del nacimiento de la vida.
Mísia ha utilizado las letras del alfabeto para ordenar las canciones de este espectáculo, por eso el concierto se inició con el tema ‘Ausencia’ que tiene el poema de un escritor que se encontraba presente entre los espectadores Tiago Torres da Silva. A continuación interpretó ‘Corpo de mim’ qué sonó así de espectacular:
Así, siguiendo el abecedario se sucedieron los deliciosos fados de Pura Vida, primero ‘Destino’, seguido de otro precioso con poema de Miguel Torga ‘Santo e senha’.
A continuación, Mísia interpretó ‘Fadinho do anuncio’, con poema de Vasco Graça Moura, una letra divertida en memoria de los desaparecidos Armandinho e Alain Oulman, teniendo como base el fado alfacinha. Después hizo una divertida introducción como ya nos tiene acostumbrados en sus conciertos, sobre el siguiente fado que iba sobre los hombres que pasaron por su vida, y todos sus ‘errores de casting’. Con poema de Tiago Torres da Silva, interpretó ‘Os homens que eu amei’ uno de los más bonitos del espectáculo.
Salió entonces del escenario para cambiarse mientras nos dejaba con sus maravillosos músicos que nos deleitaron primero con un bello fado lento y después con una versión instrumental genial del ‘Fado do Estudante’.
Después de los entusiasmados aplausos del público, volvió a salir la artista con un traje blanco y siguió la noche de Pura Vida con ‘Fado Maria’.
Después del ‘Fado dos dois pardais’ llegó el momento de presentar a sus excelentes músicos.
Después sonó el fado menor con poema de Vasco Graça Moura, ‘Ruas dos meus instintos‘ un bello tema de amor, seguido de ‘Saudade’ de Tiago Torres da Silva.
Llegó el turno de ‘Tempo que pasa’, una balada con música tradicional de Coimbra y letra de Vasco Graça de Moura, sobre la que nos contó que esa música nunca había tenido letra y era la primera vez que se tocaba. Un privilegio que tuvimos la suerte de vivir.
Entonces, para gran pena de todos los asistentes, anunció que estábamos llegando al final y que normalmente los conciertos terminaban con un tema fuerte que incitara a pedir un bis, <<un truco de los artistas>>, dijo, y entre risas del público reconoció que aunque no era partidaria de los bises iba a hacer uno tras cantar ‘Viagem’.
Así después de este maravilloso tema abandonaron todos el escenario para volver a salir reclamados por los aplausos del público e interpretar de nuevo el animado fado alfacinha.
Y así acabó una noche de Pura Vida, un espectáculo muy elegante, con unos arreglos espectaculares. La verdad es que nos quedamos con ganas de más.
Como siempre, nuestra querida Mísia innovando y encantándonos. En un momento de la noche dijo que le sorprendía que viniendo todos los años a la capital siguiera teniendo tanto público y nosotros decimos: vuelve siempre Mísia, Madrid te quiere.