La Sala Galileo Galilei de Madrid recibía el viernes a Cristina Branco en su primer concierto en España, de los cuatro que dará en el país para presentar su último álbum, el imprescindible «Menina». Con una sala abarrotada a pesar del frío y la lluvia, esta Menina brilló con luz propia y nos encandiló con su voz inconfundible y su elegancia.
Cristina Branco tiene una voz única, con un timbre tan especial y un dominio de la técnica vocal tan perfecto, que puede cantar cualquier tipo de género y por eso se mueve tan bien mezclando diferentes texturas sonoras de los compositores más variados con los que trabaja, creando un particular universo sonoro muy personal. Escucharla es un privilegio y un auténtico placer y el viernes no defraudó.
La noche comenzó con ‘E Às Vezes Dou por Mim’ ,primer sencillo de “Menina”, compuesto por Filho da mãe y con letra de André Henriques, de Linda Martini a la que siguió la poderosa ‘A Meio do caminho’ que a pesar del molesto ruido de los camareros sirviendo en las mesas (una de las grandes pegas de la sala Galileo) sonó así de bien:
Tras el hermosísimo ‘Fado da partilha’ de su disco «Idealist», llegó el turno de ‘Alvorada’ tema también incluido en «Menina» compuesto por uno de los talentos más brillantes del panorama de la música independiente portuguesa: Luís Severo. Cristina Branco llevó a su terreno el bello tema del joven compositor y dio como resultado uno de los momentos más bonitos de la noche.
Después interpretó uno de los temas que, según explicó, más le marcó en su carrera, : ‘Não há só tangos em Paris’ de su álbum «Fado Tango» , al que también pertenece ‘Laurindinha’ (que cantó posteriormente) y volvió de nuevo a «Menina» con ‘Não há pontes sem nós’ uno de los dos temas del disco compuesto por Pedro Da Silva Martins y Luís José Martins de Deolinda, -colaboradores habituales de la artista- y con la preciosa ‘Quando Julgas que me amas’. Con su interpretación de este tema se produjo uno de los momentos álgidos de la noche por la intensidad emocional que llevó a la sala a un silencio completo de los de aguantar la respiración, de esos que hacen que te brillen los ojos al borde de la lágrima.
Habló entonces sobre la controversia del fado que enfrenta a los puristas y a los innovadores que lo mezclan con nuevas sonoridades para introducir su siguiente tema:‘Fado do mal passado’ cuya letra, escrita por Julio Pomar, versaba sobre dicha controversia. Llegó entonces el momento del fado tradicional, ‘Ai esta pena de mim’, con letra de Amália Rodrigues y ‘Se não chovesse’ (Fado Súplica), también cantaría después otro fado de Amália ‘Água e mel’ otro de los momentos intensos y más aplaudidos en el que el derroche de voz fue espectacular.
Volvió a «Menina» con su último sencillo, ‘Boatos’ escrita por Jorge Cruz, que fue acompañada con las palmas del público. De trabajos anteriores sonaron ‘Bomba relógio’ de «Kronos» y después anunció que el concierto llegaba a su fin (con las correspondientes quejas del público que quería seguir disfrutando de tan precioso espectáculo) con ‘Saber aqui estar’ el otro tema de «Menina» compuesto por los hermanos Martins de los Deolinda, maravilloso como todo lo que componen.
Con este pegadizo tema presentó a los músicos que la acompañaban:
Bernardo Couto a la guitarra portuguesa, Bernardo Moreira Joia al Contrabajo y Luis Figueiredo al piano, y se despidió entre millones de aplausos que no cesaron hasta que la artista volvió a salir y tras un tema instrumental, en el que sus músico demostraron su maestría, la artista terminó con un perfecto cierre: ‘Os teus olhos são dos cirios’ el fado menor con una de las letras más trágicas que la artista interpretó con tal sentimiento, que nos dejó con los vellos de punta. Cristina Branco se marchó así, entre aplausos interminables, bravos y gritos y nos dejó con la felicidad de una noche de las que realmente merece la pena.