La artista mozambiqueña (lisboeta de adopción desde 1988, cuando tenía 6 años) Selma Uamusse comienza su recorrido por la música en solitario con «Mati» (agua en el dialecto mozambiqueño changana), su primer álbum de estudio.
La artista, bien conocida en el panorama musical portugués por haber formado parte de los Wraygunn y los Cacique 97, o por colaboraciones con artistas de la talla de Rodrigo Leão, Moullinex o Throes + The Shine, se estrena en solitario con un disco de raíces.
Producido por Jori Collignon (teclista de ‘Skip & Die’),«Mati» recoge nueve eclécticas canciones, inclasificables en un solo estilo pero armoniosamente escogidas.
La grabación se convierte, por su energía y profundo contenido, en un paseo espiritual por la cultura y la tradición de la antigua colonia portuguesa, dirigido por la voz gospeliana de Selma.
Mucho más alejada del rock y el sonido eléctrico de guitarras y amplificadores de los Wraygunn, Uamusse destaca, por encima de la mezcla multicultural de instrumentos de «Mati», por su voz atrayente e hipnótica. Una voz de sirena, que parece salir de lo más profundo del continente africano, se entrelaza con una mezcla de estilos afroamericanos combinados con ritmos mozambiqueños. Rock y soul aderezados con instrumentos tradicionales africanos como la timbila (una especie de xilófono) o la mbira (un instrumento idiófono también llamado kalimba).
El disco comienza dejando claras sus intenciones con ‘Liranzo’, una pieza espiritualmente sugestiva que se sumerge en la savia más profunda del continente africano, con sonidos que evocan recuerdos de chamanes y danzas a los dioses. El primero de los dos singles lanzados antes de publicar el álbum, ‘Ngono Utane Vuna Kudima’, es un canto alegre a la vida que consigue sacarte del letargo producido por la monotonía del día a día, gracias a la fuerza con la que se caracteriza su intérprete.
La tercera canción, cantada en inglés y que da título al disco, es un reclamo místico al agua, en la que destaca de nuevo una voz que parece salir del alma de Uamusse, por encima de los sonidos, ahora sí, más electrónicos.
‘Monica’, el cuarto corte de la grabación, se convierte en una tranquila transición hacia ‘Baila María’, una canción más despierta y bailable que da paso a la una relajada y armoniosa ‘Malian’, un manifiesto poético cantado en inglés. ‘Funkier than a Mosquito’s Tweeter’ es la canción más roquera del disco, con un ritmo frenético y una voz distorsionada y que aúna góspel y soul salpimentado con una muy africana batucada.
‘Mozambique’, el segundo single previo al lanzamiento de«Mati», se convierte en el penúltimo giro del disco,volviendo de nuevo a las raíces más profundas de Uamusse.
Una canción que de nuevo destaca las innumerables virtudes vocalistas de la artista mozambiqueña y que te prepara para la última parada del álbum, ‘Hope’, la pieza más jazzística de la grabación y con la que pide, acompañada de un coro, esperanza para un mundo que, como ella misma espera, pueda ser más solidario y respetuoso con el diferente.
Y es que Selma Uamusse parece estar gritando al cielo, a través de«Mati», que una mezcla sincera y cercana de culturas es posible y necesaria, como demuestra la calidad y la atracción de su primer álbum en solitario. Un disco cuyo título, ‘agua’ (o la indisociable unión de hidrógeno y oxígeno) no parece haber sido escogido por casualidad…