Después, con su inconfundible sonrisa saludó a su fiel público y presentó a los grandes músicos que le acompañaban: Luís Guerreiro y Pedro de Castro a la guitarra portuguesa, Andrés Ramos a la guitarra clásica y Francisco Gaspar al bajo acústico.
Siguió presentando temas de «Sempre», con el que fue el primer single, el bellísimo fado ‘De ti direi apenas’ que vivimos así:
Tras ‘Dia não’ que presentó con una divertida introducción, llegó uno de los temas más bonitos de la artista, con música de Tiago Bettencourt y letra de Vasco Graça Moura: ‘Até ao fim’ que como siempre, interpretó con tal sentimiento que nos puso con la carne de gallina.
Volvió a su último disco para cantar una serie de fados tradicionales; comenzando con ‘Na Volta’ y siguiendo con un maravilloso a capella, ‘Rezando pedi por ti’. ¡Qué momento más precioso!, como si estuviéramos en una casa de fados de Lisboa, intenso y conmovedor. Tras millones de entusiasmados aplausos, siguió otro fado tradicional incluido en el disco: ‘Aqui’.
Recuperó entonces un álbum más antiguo para tocar ‘Rosa Vermelha’, pero volvió de nuevo a «Sempre» con el fado menor ‘Tristeza velha’ y el Fado Pessoa.
De discos anteriores sonaron ‘Asas’, uno de sus fados más famosos, que fue recibido con especial calor por el público por su demostración de poderío vocal que nos dejó impresionados y, sin bajar la intensidad ni un minuto, siguió con el bellísimo y trágico ‘Pranto de Amor ausente’.
Para relajar tanto sentimiento, llegó un tema menos profundo: ‘4 operações’ con letra de Vasco Graça Moura: una divertida comparación del amor y las cuatro operaciones matemáticas.
Volvió al fado tradicional con ‘Deixar-te um dia’ y a continuación, un tema que no podía faltar ‘Quem Diría’, la canción que interpreta en el disco junto al mítico José Mário Branco, también productor del disco con el que nos confesó que nunca pensó que conseguiría que quisiera colaborar con ella.
Fue un momento muy bonito cuando nos contó lo feliz que estaba de poder compartir con nosotros el alma portuguesa a través del fado, e interpretó ‘A minha vida é’ de nuevo a modo de hermosa despedida ante un público entusiasmado en pie que pedía más.
Por supuesto, volvió junto a sus músicos para interpretar un emocionante: ‘Amor de mel, amor de Fel’ con el que nos dejó embaucados con su prodigiosa voz.