Madrid, recibía ayer a Luísa Sobral en un Teatro Cofidis Alcázar con pocas butacas vacías. Hacía muchos años que la portuguesa no tocaba en la capital (salvo el discreto paso por los conciertos matinales del Universal Music Festival de 2017) y ya teníamos muchas ganas de verla en directo. Presentaba los temas de su último trabajo: «Rosa» uno de nuestros discos favoritos de 2018 con cuya puesta en escena nos cautivó. Venía muy bien acompañada de un guitarrista y un trío de vientos y nos ofreció un concierto íntimo y elegante, en el que destacó el perfecto dominio vocal de su delicada voz, y en el que sobre todo, nos sorprendió lo divertida que es.
Con vestido rojo y zapatillas, la portuguesa llegó al escenario acompañada de sus músicos y comenzó la noche con una bella ‘Querida Rosa’ que sonó así:
Tras un tímido gracias siguió con ‘Nadia’, otro tema de su último disco. Con una enorme sonrisa, admitió estar muy nerviosa porque llevaba 7 años sin tocar en Madrid y recordó con cariño que su última vez en la capital había sido un concierto muy especial que esperaba repetir esa noche en la que tocaría sobre todo canciones de su último trabajo “Rosa”, como la que siguió a continuación: la maravillosa ‘Não sei ser’
Poco a poco la artista comenzó a coger más confianza con su público y nos ofreció uno de los momentos más divertidos cuando contó la historia del siguiente tema, ‘Benjamim’, que escribió cuando estaba embarazada por segunda vez y a pesar de no querer saber el sexo del bebé hasta que naciera, se enteró por un desliz de su doctora en la puerta del quirófano. Entre risas dijo que aunque al final no fue niño , al menos además de una hija, Rosa, tenía también un nuevo tema.
Siguió la velada desgranado con dulzura las variadas historias que llenan los temas de «Rosa» como ‘Mesma rua mesmo lado’, ‘Maria do mar’, que dijo haber sido inspirada por la Isla de Flores del archipiélago de las Azores y una maravillosa ‘O verdadeiro Amor’.
Aparcó por un momento su último disco para llevarnos a su primer trabajo, “The Cherry on my cake” con una divertida introducción de la siguiente canción que afirmó haber elegido «porque se había dado cuenta de que las del último disco son menos alegres» y quería incluir alguna más animada. Así, buscando canciones divertidas en sus discos anteriores encontró esta que cuenta la historia de un limpiabotas: ‘O engraxador’ con la que rompió la dulce melancolía que hasta ese momento había imperado y animó la noche.
Una de nuestras canciones favoritas de su último trabajo ‘Só um beijo’, que en el disco canta a dúo con su hermano Salvador Sobral, fue en esta ocasión entonada con la ayuda del guitarrista Manuel Rocha, que, sin poder competir con la impecable voz de Salvador Sobral y la magia que consiguen los hermanos al interpretarla juntos, defendió a la perfección el tema.
Llegó entonces el momento de una canción muy especial, ‘Para ti’, un tema que no está en ningún disco y que Luísa Sobral compuso para un vídeo que grabó embarazada de su primer hijo en el que se ve cómo va creciendo su barriguita mes a mes. Un bonito tema que habla de sentir amor por alguien al que aún no conoces, que se hizo viral y empezó a ser cantada por madres de todo el mundo como nos contó orgullosa la artista.
Siguió el que fue segundo single de Rosa, ‘Dois namorados’ basado en una tierna historia real de dos ancianos que se reencuentran y viven su amor de infancia.
Confesó entonces que a pesar de haber estudiado jazz, por evolución natural ahora estaba más lejos de ese estilo pero quería hacer para nosotros un blues antiguo que le gusta mucho. El resultado fue una espectacular versión de ‘Honey Babe Blues’ donde se lució y se metió al público en el bolsillo.
Volvía la dulzura habitual con el primer sencillo de «Rosa», ‘O melhor presente’, escrita para su primer hijo.
El único tema que tocó de su anterior trabajo, «Luísa», de 2016, fue el elegido para poner punto final al concierto entre quejas de un público que si bien no fue muy participativo, reaccionó por fin al reclamo de la cantante y la acompañó con las palmas en ‘Cupido’, tema que de nuevo cantó acompañada por la voz del guitarrista Manuel Rocha y el buen hacer del resto de los músicos.
Luísa Sobral abandonó apenas por unos segundos el escenario ya que no dejó de ser reclamada por una audiencia encantada que quería más. Enseguida volvía y nos regalaba la canción que cierra “Rosa”: ‘Envergonhado’.
Por fin llegaba un momento muy esperado, cuando anunció que iba a interpretar la canción que compuso para el Festival da Canção con la que su hermano Salvador Sobral ( a pesar de que según nos contó entre risas todo el mundo les decía que no iban a ganar ) ganó el Festival de Eurovisión de 2017. Para este tema tan especial, pidió la ayuda del público para cantarla con ella y así fue:
A continuación nos sorprendía con una bonita versión del tema ‘Duérmete’ de Silvia Pérez Cruz, en su español casi perfecto y después, llegaba lamentablemente el final de la noche con la interpretación de ‘Xico’, tema perteneciente a su primer disco que de manera muy graciosa nos contó que trata sobre el refrán portugués que reza: «de España ni buen viento ni buen casamiento» y así terminó, bailando con sus músicos, montando un divertido fin de fiesta en el escenario ante un público aplaudiendo y cantando con entusiasmo.
Una bonita noche nos regaló Luísa Sobral demostrando de nuevo que la música no tiene fronteras y que en concreto la música portuguesa cada vez tiene más seguidores en el mundo y sobre todo en nuestro país. Y es que siempre estamos encantados de recibirla para disfrutar de noches tan especiales como la de ayer. Es una de las voces más carismáticas de Portugal y verla en directo, toda una delicia.