Era la segunda vez que la banda portuguesa Moonspell venía a la capital a presentar su último trabajo, «1755», un gran álbum conceptual sobre el terremoto que asoló Lisboa en el siglo XVIII.
En esta ocasión compartían escenario con los ingleses Cradle of Filth ante una sala llena que había colgado el sold out hacía ya una semana.
Un escenario dominado con un telón con el título del disco recibió a los 4 músicos mientras sonaba la introducción de ‘Em Nome Do Medo’.
Fueron recibidos por aplausos fervorosos del público que abarrotaba la sala y que aumentaron cuando salió Fernando Ribeiro con gabardina de cuero y sombrero, llevando un farol de luz cálida en la mano y entonando esta nueva versión del tema que ya incluyeron en su álbum «Alpha Noir».
Después llegaba el tema que da nombre a su álbum, ‘1755’ que sonó superpotente y para el que el vocalista se puso una máscara de pájaro.
La seguía el que fue su segundo sencillo, ‘In Tremor Dei’ que sonó así:
Tras quitarse el sombrero y el abrigo de cuero, Fernando entonó otro tema de «1755», ‘Desastre’. Dejaron entonces por unos momento su último trabajo para volver a temas de discos antiguos como ‘Night eternal’ del disco de mismo nombre de 2008.
Al compartir la noche con Cradle of Filth, los Moonspell no cantaron «1755» completo como en su anterior visita a Madrid, pero sin duda este magnífico trabajo fue el protagonista de la noche, de él también sonaron ‘Ruinas’, ‘Evento’ y una solemne ‘Todos os Santos’ en la que el líder de Moonspell enarboló una cruz que emitía una luz roja hacia el público.
No podían faltar algunos de los temas más emblemáticos de su carrera como ‘Opium’ y por supuesto el tema estrella que todo el público coreó con entusiasmo y brazos en alto: ‘Alma Mater’.
Y la intervención de Moonspell terminó con otro gran clásico adorado por sus fans con el que como es costumbre, aullaron al unísono: ‘Full Moon Madness’.
Un gran concierto como ya nos tiene acostumbrados la banda portuguesa y en el que la voz de Fernando Ribeiro brilló con comodidad cantando en portugués y aunque su actuación se hizo muy corta ya que apenas duró una hora, fue muy intensa y muy bien recibida como siempre por sus incondicionales seguidores.
Los reyes del Gothic Metal portugués siguen estando en muy buena forma y esperamos que sigan así por muchos años más.