El Teatro Nuevo Apolo recibía el lunes a Salvador Sobral en su primera noche en la capital con el cartel de entradas agotadas. Había mucha expectación por ver en directo al artista convertido en héroe nacional portugués tras haber conseguido por primera vez en la historia del país vecino, ganar el festival de Eurovisión. Pero ese ‘estigma’ de ganador de Eurovisión ya queda lejos, y hoy Salvador Sobral se confirma como lo que siempre ha sido: un gran músico con una técnica vocal asombrosa y mucha alma al interpretar. Así lo vivimos en directo y nos gustó tanto que repetimos en su segundo concierto de ayer y fue realmente emocionante.
Los dos días fueron muy especiales, no podríamos decir cuál nos gustó más porque durante las dos noches, Salvador Sobral nos encantó, vivimos con él la emoción que siente al cantar, porque se nota que ama lo que hace y lo sabe transmitir al público, y estas dos noches consiguió que lo viviéramos como él, gracias en parte, por supuesto, a la compañía de los tres grandes músicos que lo acompañaban y de los que hablaremos más adelante. Dos noches mágicas las que nos regaló Sobral. Así fueron:
El primer día, una sala llena lo recibía entre entusiasmados aplausos cuando salía al escenario junto a Júlio Resende al piano, Bruno Pedroso a la batería y André Rosinha al contrabajo.
Comenzó ambas noches cantando ‘Change’, de su primer álbum «Excuse me» y ya con este primer tema atrapó al público con el tremendo feeling que transmite al cantar, y aunque las comparaciones son odiosas, si el primer día empezó bien, en el concierto de ayer inauguró este tema con un alarde de voz que nos dejó con la boca abierta. Sin pausa seguía uno de los temas que formarán parte de su nuevo álbum: la maravillosa ‘Cerca del mar’ cantada en castellano e interpretada en directo con tremenda fuerza. Así fue el lunes:
Tras saludar a los asistentes a los que hizo reír con su agudo sentido del humor, les dio las gracias por agotar las entradas de su primer concierto en la capital y dijo que aunque tocaba también al día siguiente, esa noche lo iba a hacer mejor porque ellos habían comprado antes las entradas. Después de esta y otras bromas, presentó a sus compañeros de viaje ante los que desde aquí nos quitamos el sombrero por su magnífica actuación: como ya dijimos antes, Júlio Resende al piano, Bruno Pedroso a la batería y André Rosinha al contrabajo, tres musicazos increíbles.
Sonaba entonces ‘Presságio’ con poema de Fernando Pessoa y preciosa música del maestro Júlio Resende que les salió así de bonita:
A continuación el portugués interpretaba su personal versión de ‘Ela Disse-me Assim’ de Lupicínio Rodrigues, un tema de que contó que conoció gracias a Júlio Resende y que cantó con una delicadeza exquisita.
Tras una potentísima ‘Playing with the wind’ en la que Salvador derrochó energía sobre el escenario y se lució manejando diferentes niveles de ritmo e intensidad con maestría, llegó una de las canciones que más nos impactó: ‘Nem Eu’, no sólo porque el tema en sí nos guste mucho sino porque su manera de interpretarla nos entusiasmó por su sensibilidad, su versatilidad y el asombroso dominio vocal que tiene. El artista es un gran cantante e intérprete y es una auténtica gozada escucharlo cantar y así se lo hicieron saber los interminables aplausos del público.
Cambió de tercio con ‘Something Real’ y por fin llegó el momento que todos esperaban, cuando interpretó el eurovisivo tema escrito por su hermana, Luísa Sobral, que le dio fama internacional: así sonó ‘Amar Pelos Dois’ el lunes
Y así el martes:
Y después la repitió para que el público la cantara con él y como se la sabían de memoria, todo el teatro cantó los dos días con él su más famoso tema que por supuesto fue aplaudido a rabiar.
Y después de este momentazo sonó otro de los temas nuevos, ‘Mano a Mano’, espectacular en directo. Anunció entonces ante un ohh enorme de los asistentes, que el concierto llegaba a su fin. En el segundo concierto, bromeó incluso diciendo que ya era bastante, que no fuéramos como la novia pesada tras una ruptura y que era el momento de dejar Madrid y seguir en otras ciudades de España.
Presentó de nuevo a sus músicos y, esta vez también al técnico de sonido, y después nos contó una divertida y rocambolesca historia para introducir el siguiente tema que interpretó antes de abandonar el escenario: ‘Ay Amor’ del cubano Bola de Nieve. Y es que el portugués, que enamora en todos los géneros, con este bolero se fue por todo lo alto para volver enseguida reclamado por su público.
Llegaba el anunciado bis con un momento íntimo de Salvador al piano con una preciosa interpretación de ‘Prometo não prometer’ tras la que inmediatamente hacía un guiño a los madrileños con su particular versión del ‘Pongamos que hablo de Madrid’ de Sabina, un momentazo muy aplaudido por un público agradecido por el detalle.
Y tras otro tema con toda la banda, la noche terminó con ‘Anda a estragar os meus planos’ que Francisca Cortesão y Afonso Cabral escribieron para el festival da canção y que interpretó Joana Barra Vaz, llegó el final, lamentablemente pero dejándonos un inmejorable sabor de boca por haber disfrutado de dos noches de buena música, del mejor jazz portugués, de unos músicos excepcionales de una gran voz y un gran showman que nos lo hizo pasar en grande y que dejó claro que su arte está por encima de cualquier talent show o de un mediático festival.
En su segundo concierto anunció que su nuevo álbum llegará a principios del año que viene y que le encantaría venir de nuevo a presentarlo y nosotros estaremos encantados de recibirlo dos, tres noches seguidas y las que haga falta porque realmente merece la pena.