El pasado domingo tuvimos la suerte de volver a recibir a Carminho en Madrid dentro del Ciclo Fronteras que organiza el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Era la primera vez que la portuguesa presentaba su último trabajo, «Maria», en la capital, y lo hizo por todo lo alto en la sala sinfónica del Auditorio Nacional en la que quedaron pocas butacas vacías.
Este álbum en el que Carminho ha participado en la producción y composición de los temas es uno de los más personales de la artista y aunque siempre imprime en todo lo que canta su alma de fadista, navega también por otros géneros que igualmente encantaron al público presente.
Embarazadísima apareció muy bien acompañada por tres grandes músicos: Luís Guerreiro a la guitarra portuguesa, Flávio Cardoso a la guitarra acústica, Tiago Maia al bajo acústico y Pedro Geraldes al pedal steel guitar.
Este último trabajo fue el protagonista de la noche que comenzó con dos fados de este álbum: el Fado Bizarro ‘O começo’ y el Fado Latino ‘Desengano’, a los que siguió ‘O Menino e a Cidade’ el que fue primer single. Después, tan simpática como siempre con su gracioso portuñol saludó a su público y siguió con temas de otros discos como ‘A Bia da Mouraria’ de su primer trabajo tras el que trató con mucho humor una incidencia con una parte del público, molesta por la luz de los focos.
Volvía a «Maria» con el fado Santa Luzia ‘Se Vieres’, en esta ocasión con su propia letra, seguida de ‘A Mulher Vento’ en la que además de la letra, Carminho es autora de la música.
Después llegaban ‘Bom dia amor’ con la que hizo cantar al público ‘en portugués’ y el intenso y arrebatador fado ‘Disse-te adeus’, que Carminho canta como nadie. Siempre nos pone la carne de gallina cada vez que la escuchamos cantar ese fado en directo y el público del Auditorio también lo vivió con emoción y lo aplaudió con entusiasmo.
Inesperado y genial fue la interpretación de Carminho de ‘Meu amor marinheiro’, lo hizo acompañada tan solo por el pedal steel guitar y fue toda una sorpresa la maravillosa nueva manera de interpretar este fado, demostrando con elegancia que la tradición no está reñida con nuevas sonoridades.
De nuevo volvió a «Maria» con ‘Quero un Cavalo de Várias Cores’ y ‘Estrela’, uno de los singles de su disco que interpretó tocando ella misma la guitarra eléctrica. Después con ‘Sete Saias’ el público aplaudió al ritmo que marcaba la artista con las palmas.
Por supuesto no faltó el bis, que el público pidió con pasión cuando Carminho y sus músicos abandonaron el escenario, en el que nos regaló ‘Escrevi teu nome no vento’ y ‘Saia Rodada’ entre otras.
Llegó durante el bis otro de los momentos que más nos gustó cuando cantó por segunda vez en directo (la primera fue en el Festival de Fado de Madrid de 2018), ‘La Violetera’ que suena preciosa en su voz.
Un concierto redondo en el que Carminho dejó claro que es una de las más grandes artistas portuguesas. Cada vez que la vemos en directo nos emociona y estamos deseando que vuelva. Su manera de cantar es única.