Salvador Sobral vuelve con el epé «Sal», un trabajo en el que el artista interpreta al piano todos los temas del disco, en su forma más desnuda y despojada de todo artificio.
El epé, «Sal», cuenta con 4 nuevas canciones y una atmósfera íntima y familiar, acercando al público el tema ‘Estrada Dividida’ -con la firma de Luísa Sobral– y respirando el universo fotográfico de Jenna Thiam.
El álbum fue grabado en casa, en formato de piano y voz y es a la vez un viaje y una invitación a entrar en el universo personal e íntimo de Salvador Sobral.
Este EP sigue al largo «bpm» (2021), que marcó la primera vez que el músico se aventuró a lanzar un trabajo compuesto enteramente por sus propios originales, en colaboración con Leo Aldrey, que también lo produjo.
Sobre «SAL», Salvador Sobral afirma que:
<<Este EP surge de la urgencia de abrazar la música en su forma más cruda. Mis dos últimos trabajos de estudio, el álbum «bpm» y ‘Vertigem’, el tema que hice con Agir, son discos cubiertos de muchas capas, con mucho trabajo de producción. Después de estas dos experiencias sentí una necesidad casi visceral de bajar a la realidad, de volver a casa. Y fue precisamente en casa donde grabamos estas 4 canciones.
Este disco soy yo en mi espacio, cantando y tocando el piano como lo hago todos los días. Los defectos técnicos del instrumento, mis fragilidades como instrumentista, mi voz que está aquí al descubierto y, por tanto, más expuesta al fracaso, constituyen la esencia de esta especie de mini-documental musical de mi vida cotidiana doméstica.
La integración de lo imprevisto y las circunstancias son también elementos que exponen la música a la verdad: el ladrido del perro en el exterior, el sonido del tranvía pasando por la calle. Tres de estas cuatro canciones son temas que suelo tocar en directo en mis conciertos, pero que hasta ahora no habían sido editados. Una versión de ‘Isso e Aquilo’ (Iso Fischer / Guilherme Rondon De Barros); ‘Tristeza dos Dois’, canción de Bernardo Sassetti, con letra de Luísa Sobral y ‘Estrada Dividida’, con letra y música también de Luísa. A ellos se suma ‘Canção para Aïda’, original, con letra mía y música de Leo, que dedico a mi hija que viene en camino. Todo este álbum, enteramente compuesto de baladas, fue pensado para que un día ella pudiera escucharlo.
Mientras que en mis conciertos en directo me gusta transmitir y despertar todo tipo de emociones humanas, aquí sólo me interesaba transmitir sentimientos de paz y serenidad. Todas las fotos que ilustran este proyecto fueron tomadas por Jenna con una cámara analógica. Por todas las razones que he mencionado anteriormente, para este proyecto, que trata sobre el espacio privado e íntimo, no podían ser tomadas por nadie más. No hay vídeos ni imágenes en movimiento, porque no quería condicionar la percepción de la gente. Me gustaría que se embarcara en este viaje con la cabeza libre y el corazón abierto. Y que se sientan como en casa>>.