El auditorio de Caixa Forum, recibía a Ana Laíns por primera vez en Madrid y lo hacía con una sala llena y el cartel de entradas agotadas colgado desde hacía días.
Conocimos a Ana Laíns el año pasado gracias a su último trabajo, el fantástico «Portucalis» que nos gustó tanto, que lo incluimos en nuestra lista de mejores discos de 2017. Pero esta gran artista cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas y durante toda su carrera ha tratado de mostrar al mundo la riqueza musical, cultural y etnográfica de su país por el cual proclama amor a los cuatro vientos. Ese amor lo transmite en todo lo que hace y sobre todo en su manera de cantar tan bella que tuvimos la suerte de disfrutar en directo. Ya teníamos muchas ganas de verla y no sólo no nos defraudó, sino que nos regaló uno de los conciertos más especiales a los que hemos asistido este año que ya llega a su fin.
Los primeros en salir al escenario fueron los cuatro músicos que la acompañaban: Paulo Loureiro al piano , Carlos Lopes, al acordeón, Bruno Chaveiro a la guitarra portuguesa y João Coelho a la batería y percusión, que comenzaron la noche interpretando el tema homónimo instrumental que abre «Portucalis».
Fusionaban el final con las primeras notas del siguiente tema para acompañar la llegada de Ana Laíns recibida por los aplausos del público, vestida de negro y con una enorme sonrisa en la cara irradiando felicidad.
Arrancó la velada con un desgarrador ‘Fado do tempo morto’, una emocionante manera de comenzar que, salvando las distancias, sonaba así:
Seguía el fado mouraria estilizado: ‘Zanguei-me com o meu amor’ tras el que saludó al público contando con voz temblorosa lo emocionada que estaba por su primer concierto en Madrid. Nos propuso entonces un viaje a través de las canciones que nos presentaría esa noche y quiso dedicarle el concierto a toda la gente que ama Portugal, como ella lo ama, y transmitió tanta, tanta pasión, que nos embarcamos con ella sin dudarlo, dejándonos guiar a través de su voz, por el fascinante recorrido musical que nos esperaba. Así llegamos a la siguiente parada: otro fado con letra de la propia artista ‘Não sou nascida do fado’, emocionante y sentido. Así fue.
Después llegaron dos temas importantes de su último trabajo que cumplen con su objetivo de mostrar al mundo el rico legado de la cultura musical portuguesa: ‘Ai flores do verde pino’, tema en galaico-portugués escrito por Dom Dinis y ‘Mi morena’, un segundo tema en mirandés, la segunda lengua oficial portuguesa que la cantante explicó con pena que ya no se estudia en las escuelas. No nos resistimos a mostraros cómo fue y os recomendamos encarecidamente ver el vídeo hasta el final, por la sensibilidad del hermosísimo primer tema y por su interpretación magistral del segundo que nos dejó con la boca abierta.
Otros temas que sonaron fueron ‘Não sei o que desgosta’ con poema de Fernando Pessoa y música de Luiz Caracol y ‘Não sei quantas almas tenho’ escrita por su pianista y marido: Paulo Loureiro ambas incluidas en «Portucalis».
Lejos de ser sólo una gran fadista, Ana Laíns es abanderada de toda la tradición musical portuguesa y así lo demostró con una personal versión del ‘Teresa Torga’ de Zeca Afonso del que se declaró admiradora y cuya personal adaptación del tema nos sorprendió gratamente.
A continuación abandonaban todos los músicos el escenario a excepción del pianista Paulo Loureiro, de quien dijo que junto a él se acostumbró a cantar los fados acompañada al piano, y nos regaló esta impresionante interpretación del ‘Fado das horas’, homenajeando a la fadista aristócrata Teresa de Noronha, a la que admira mucho.
Tras incorporarse al escenario el acordeonista, interpretaron un tema de otra admirada fadista: Hermínia Silva, ‘Velha tendinha’, en lo que fue una muestra de sus tablas sobre el escenario. Llegó el turno del que fue primer single de «Portucalis», ‘A verdade da mentira’ a la que siguió el tema que dio nombre a su anterior disco «Quatro caminhos».
Volvía a recalar en «Portucalis» con ‘Charanga do Tempo’, un tema compuesto por ella pero con una trabalenguas portugués como estribillo, con el que hizo reír al público que la acompañó con las palmas y también intentó cantar el tema con ella. Después anunció con mucho humor que iba a cantar canciones de la tradición musical de la Beira Baixa y una de ellas dudaba si cantarla porque en un verso dice: << no quiero ser castellano>> entre risas pidió permiso para cantarla y fue uno de los temas más aplaudidos del público.
Después se despedía con dos temas de Amália Rodrigues que considera dos himnos de la música portuguesa: ‘Barco negro’ y ‘Vou dar de beber à dor’. Y así fue uno de los mejores momentos de la noche, en los que su derroche de voz nos dejó pasmados. Pero no fue el mejor, para descubrir cuál fue, tendrán que seguir leyendo.
Tras una animada y potentísima interpretación del clásico de Alfredo Marceneiro, abandonaron el escenario entre miles de aplausos, y pronto los gritos de <<¡otra, otra!>> los hicieron salir de nuevo.
Una Ana Laíns visiblemente emocionada, agradeció el cariño del público con los ojos brillantes al borde del llanto y entonces sí, llegó el momento más intenso y emotivo de la noche no sólo para nosotros sino para la artista, que no pudo evitar dejar caer las lágrimas de emoción y gratitud ante el reconocimiento del público. Se las enjugó para cantar para nosotros un tema de su admirada Dulce Pontes, autora también de la letra y con música del maestro Ennio Morricone, ‘Amor por Portugal’, un tema muy difícil de cantar, como ya nos dijo antes de empezar, con el que terminó de tenernos rendidos a sus pies con un derroche de voz y de alma que jamás olvidaremos los que tuvimos la suerte de vivirlo.
Y para terminar, volvió a interpretar ‘Charanga do tempo’ haciendo al público cantar y bailar con ella, montando un fin de viaje en el escenario que fue toda una fiesta.
¡Qué bonita noche nos hizo pasar Ana Laíns! Fue capaz de transmitir con fuerza su amor incondicional por Portugal y su cultura, y sobre todo por su maravillosa tradición musical que nosotros también amamos tanto y que artistas como ella nos hacen amar cada día más.
Nos supo a poco su visita, esperamos que vuelva pronto porque estaremos encantados de viajar de nuevo junto a ella.