Hoy la música portuguesa está de luto. Este mediodía recibíamos la triste noticia de la muerte de la fadista Celeste Rodrigues. Su nieto Diogo Varela Silva daba la noticia en las redes sociales y desde ese momento, el mundo de la música lloraba su pérdida.
A pesar de estar de parecer estar a la sombra de la fama de su hermana, la diva internacional que fue Amália Rodrigues, Celeste Rodrigues encontró su hueco y dejó huella imborrable en la historia de la música portuguesa.
CELESTE RODRIGUES
Nació en Fundão, el 14 de Março de 1923 y a los 5 años se trasladó a Lisboa donde comenzó su carrera cuando aceptó la invitación del empresario José Miguel para cantar en una de sus casas de fado, el Café Casablanca donde comenzó interpretando canciones tradicionales y fados que había aprendido en la calle. Una de sus grandes referencias fue su madre, que le enseñó estas canciones tradicionales de la Beira.
Durante cuatro años regentó una casa de fados junto a su marido, el actor Varela Silva, pero tras cerrarla, la fadista entró a formar parte del elenco de la casa de fados de la también fadista Argentina Santos, A Parreirinha de Alfama.
Grabó unos 60 discos, siendo el último «Fado Celeste», de 2007.
Muy querida por todos los fadistas y músicos portugueses, colaboró en numerosos proyectos no sólo de fado.
El pasado mes de mayo celebraba sus 95 años y los 73 de carrera en un concierto inolvidable en el Tivoli de Lisboa junto Pedro de Castro, André Ramos, Francisco Gaspar, su bisnieto y guitarrista y los fadistas Teresinha Landeiro, Duarte, Hélder Moutinho, Fábia Rebordão, Jorge Fernando y Kátia Guerreiro.
A pesar de no alcanzar la fama mundial que tuvo su hermana Amália Rodrigues, Celeste tuvo una sólida carrera dentro del fado más tradicional y se ganó el corazón de diferentes generaciones de fadistas a los que conquistó con su enorme corazón.
Hoy la música ha perdido a una gran dama y los fados más tristes suenan en su honor. Descansa en paz Celeste Rodrigues.