Dulce Pontes Jazz Palacio Real
Foto: Ernesto Cortijo

Dulce Pontes, reina en el Palacio Real por una noche

Cada concierto de Dulce Pontes es siempre diferente. Hemos tenido la suerte de verla varias veces en directo y nunca deja de sorprendernos y encantarnos con su espectáculo. Este pasado lunes, la portuguesa actuaba en la capital como parte de la excelente programación del festival Jazz Palacio Real organizado por Patrimonio Nacional, y colgaba el cartel de entradas agotadas. Durante algo más de hora y media de concierto, la artista nos ofreció un excitante viaje por los ritmos musicales más diversos, adaptando su prodigiosa voz a cada género con su versatilidad habitual.

Enfundada en un vestido negro, con un llamativo pelo rosa y una enorme sonrisa de felicidad, la artista subió al escenario ante una impresionante Plaza de la Armería llena a pesar del asfixiante calor madrileño.

Saludó a su público dándole las gracias por asistir, y se sentó al piano para interpretar el clásico mejicano: ‘Cucurrucucú Paloma’ acompañada por Davide Zaccaria al violonchelo.

Davide Zaccaria

Y a pesar de los ruidos de las cámaras y voces de los compañeros, merece la pena ver esta versión tan bonita con la que la cantante comenzó la noche.

Después, junto al gran maestro de la guitarra portuguesa, Luís Guerreiro, Dulce Pontes interpretaba el ‘Fado Primavera’, tema del repertorio de la diva del fado, Amália Rodrigues, de cuyo nacimiento se cumplieron este mes 100 años.

Terminaba al grito de ¡Viva Amália Rodrigues siempre! para tocar a continuación y también al piano, uno de sus temas más emblemáticos: ‘Ondeia’.

Tras abandonar el piano, ocupó su lugar el pianista Sérgio Pedrazo y recibió también al contrabajista y director musical del espectáculo Yelsy Heredia. Cambió de tercio llevándonos a Brasil al ritmo de ‘O Que É Que A Baiana Tem’ de donde también llegaban los siguientes temas: ‘O Cavaleiro e os moinhos’ de Elis Regina y el emotivo ‘Aos nossos filhos’ de Ivan Lins.

De vuelta a Portugal, nos emocionó de nuevo con dos fados de Amália Rodrigues: ‘Prece’ y ‘Estranha forma de vida’, donde la guitarra portuguesa de Luís Guerreiro brilló de manera especial junto a la espectacular voz de la artista y su desgarradora interpretación sobre todo del segundo fado, que le valió aplausos y bravos entusiasmados del público.

Luís Guerreiro

De nuevo viajamos a Brasil con la deliciosa interpretación del tema ‘Agnus Sei’ acompañada por la maestría al piano de Sérgio Pedrazo, el contrabajo de Yelsy Heredia y el derroche de voz de Dulce Pontes.

Sérgio Pedrazo

Llegó después llegó el momento de recordar al recién fallecido maestro Ennio Morricone, con los inolvidables tema de ‘Cinema Paradiso’ y ‘A Brisa do coração’.

Tras el emotivo homenaje, volvimos a los ritmos brasileños con temas como ‘Marambaia’, durante los cuales, Yelsy Heredia robó el protagonismo a la portuguesa por unos momentos y animó al público a aplaudir. Con su sabor cubano y su alegría, el contrabajista nos animó la calurosa noche con su improvisación y sus bailes junto a Dulce Pontes.

Después del divertido momento, la portuguesa nos contó que iba a interpretar el primera tema que cantó en público: una canción de otras de sus artistas más admiradas; Elis Regina, de la que ya nos había ofrecido varios temas durante la noche.

Así vivimos ‘Fascinação’, con una preciosa y sentida interpretación de la artista:

Llegando al final del concierto, sonó el tema en español ‘Procuro olvidarte’ que dio lugar a otro maravilloso momento de baile y genial improvisación sobre el escenario de Dulce Pontes y su contrabajista que incluso creó una letra al momento para la cantante. Toda una fiesta sobre el escenario. Nos dio pena no poder bailar como se merecía debido a las medidas de distancia de seguridad, pero aún así, disfrutamos muchísimo de este momentazo y de la química entre Dulce Pontes y sus músicos.

Aunque tristemente se despedían ya de su público, no tardaron en volver a salir, reclamados por los aplausos e insistentes bravos, y lo hicieron para que Dulce Pontes, interpretara uno de los temas que más fama le dieron: ‘Canção do mar’.

Y con este clásico terminó una noche que a pesar de todas las restricciones impuestas por fuerza mayor, fue un viaje inolvidable de la mano de una artista que nunca nos decepciona.

Ni el calor que nos tenía pegados a las sillas de plástico, ni la fastidiosa distancia impuesta por el Covid-19, nos impidieron que disfrutáramos de una gran noche de música portuguesa en directo. ¡Cómo lo echábamos de menos!

Dulce Pontes decía hace pocos días en sus redes sociales que Madrid es la ciudad donde más veces ha tocado durante toda su trayectoria y es que es indiscutible que Madrid ama a Dulce Pontes y siempre la recibe con los brazos abiertos.

Un placer, como siempre, verla una vez más en la capital. ¡Que vengan muchas más!

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