Carminho actuó ayer en el Teatro Circo Price de Madrid y emocionó al público asistente con su voz y su apasionada manera de interpretar cada tema. La portuguesa es ya una veterana en los escenarios de la capital y una de las fadistas más queridas en España. Ayer repitió el embrujo una vez más y fascinó a los asistentes con su magia.
Comenzó el show con el fado cravo: ‘Lágrimas do céu’, del gran Alfredo Marceneiro y primer corte de su segundo disco, «Alma», seguido de ‘As pedras da minha lua’ del mismo álbum, ambas cantadas a media luz, como si el teatro fuera una casa de fados de Lisboa.
Después de esta introducción intimista y llena de sentimiento, Carminho animó a la sala con ‘Saia Rodada’ primer sencillo del álbum «Canto» para pasar después a saludar alegremente al público en su adorable portuñol y presentar a los fabuloso músicos que la acompañaban en el escenario: entre ellos,a la guitarra portuguesa, el solicitado por todos los fadistas -y que también acompañó a Cuca Roseta en su concierto del Festival de Fado-: Luís Guerreiro.
Después, sonaron ‘Voltar a ser’ de su primer trabajo: «Fado» y ‘Ventura’ y Porquê de «Canto» . Sobre este, su último disco, Carminho explicó que aunque es muy portugués, porque recoge sonoridades e instrumentos portugueses, también es reflejo de otras colaboraciones como la que hizo con la brasileña Marisa Monte, que le regaló el tema inédito ,’ Chuva no mar’ canción que ,según también explicó la portuguesa antes de cantarla, habla de que cada segundo de nuestra vida nos cambia aunque no nos demos cuenta de ello.
Después de este hermoso tema, volvió a animar a su audiencia con ‘A Bia da Mouraria’ de su primer trabajo, que fue acompañado por las palmas de los asistentes. Con el pequeño discurso que vino después, la fadista encandiló a todo el mundo: habló de su madre, la también fadista Teresa Siqueiro sobre la que la cantante dijo ser la mejor del mundo y que la había enseñado la historia de un pescador que se fue al mar en un barquito pequeño y le pilló una gran tempestad y aunque tenía mucho miedo de morir en el mar, en el último momento fue salvado por alguien y le gustó tanto esta historia, que ella decidió cantar esta canción que interpretó a continuación: ‘Senhora da Nazaré’. Tras este emotivo momento, Carminho abandonó por unos minutos el escenario, para dejar a sus músicos interpretar un bello tema instrumental y volver a lo grande cantando acapella el fado ‘De mim para ninguém’, compuesto por Artur Ribeiro, con el que Carminho consiguió transmitir la melancolía de alguien que sufre con tal intensidad, que fue aplaudida con fuerza por todos que vivimos tan impactante y sentida interpretación.
Después dedicó una canción a todos los portugueses asistentes por el mérito de estar en su concierto a pesar de tener a la selección portuguesa jugando contra Gales. El tema elegido fue ‘Bom dia amor’ con letra de un poema del gran poeta portugués Fernando Pessoa y con la que hizo corear a todo el mundo el pegadizo estribillo. Tras el divertido momento, llegó: ‘Disse-te adeus’ del álbum «Alma» una de las más aplaudidas de la noche junto con la que siguió el hermoso tango ‘Garganta con arena’ con el que demostró que su maravillosa voz brilla en cualquier género.
Tras este tema en un castellano perfecto, volvió a sus temas con ‘Contra a maré’ y la versión de ‘Saudades de Brasil em Portugal’ según contó, el primer fado no escrito por portugueses, que fue escrito por Vinicius de Moraes cuando vivió en Lisboa durante la dictadura de Salazar y echaba de menos su país. Después volvió al fado más tradicional con el fado pechincha: ‘Uma vida noutra vida’ al que siguió ‘Marcha de Alfama ‘en la misma línea de fado alegre que el público acompañó a las palmas y tras presentar de nuevo a sus músicos, se despidió con la versión del precioso fado Cariche ‘Escrevi teu nome no vento’ .
Tras ser reclamada por el público, volvió a salir al escenario para cantar un fado que suele cantar en las pequeñas casas de fado: ‘As minhas penas’ y aunque al principio lo hizo con micrófono, al poco lo dejó a un lado para cantar como realmente se canta en las casas de fado, con la potencia de su voz al natural. Fue uno de los momentos más inolvidables de su actuación que dejó a todos sin respiración ante el hechizo de su voz. Fue algo único y como tal lo apreció y aplaudió con entusiasmo un entregado público que se puso en pie para aclamarla y así se quedó para la fiesta final: cuando Carminho cantó de nuevo ‘Saia Rodada’ esta vez con acompañamiento de palmas y coro por parte de los asistentes.
Carminho se hizo famosa en España por su colaboración con Pablo Alborán, pero eso ya pasó hace años y ayer quedó patente una vez más que Carminho es un nombre propio y grandioso en el mundo del fado y que en España siempre la recibimos con los brazos abiertos y nos emocionamos con las noches tan especiales que nos ofrece, como las que nos hizo disfrutar ayer en el Teatro Price de Madrid.